En la vida hay pequeños placeres que hacen que tu día sea perfecto. No son placeres excesivamente lujosos o caros, son pequeñas cosas que te hacen sonreír o que te recorren el cuerpo con un escalofrío de felicidad (¿me pasa esto sólo a mí?).
Debido a mi situación personal y familiar he "perdido" alguno de esos placeres (más bien casi todos) pero a cambio he ganado otras cosas y no hablo sólo de kilos alrededor de mis caderas...
Sin embargo, el otro día, se alinearon los planetas, se dieron un cúmulo de factores y la situación fue perfecta para retomar, sólo por ese día, uno de mis placeres perdidos.
Era sábado, Herederos desayunando con abuela, Patriarca trabajando y yo, sola en casa.
Era el momento perfecto para desayunar con toda la calma posible, sin prisas, sin gritos del tipo: "mamá-mira-el-hermano-que-me-quiere-quitar-esto", sin levantarme de la silla unas mil quinientas veces en menos de diez minutos... Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh... Relaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaxxxx...
Debo confesar que ese pequeñísimo detalle me hizo afrontar la semana con más fuerza y una bonita sonrisa.
... pues siempre que puedas regalate estos pequeños placeres!! yo acabo de sumar uno a los míos... leerte!! Te quiero mi Yang
ResponderEliminarJajajaaaa... Me encanta!! A mí lo que me gusta es verte y oírte!!
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